sábado, 23 de julio de 2011

Cursos a distancia: Mitos y realidades


Hay gente que rechaza un poco, o le teme, realizar cursos a distancia. Algunos piensan que es lo mismo que leer un libro, y muchas veces tienen razón, porque cuando abren ansiosamente el paquete, se encuentran con que reciben una gran cantidad de material de lectura y luego, arreglate!

En otros casos, lo que hacen algunos “profesionales” es copiar los textos de libros o, en otros peores, “tomar” los apuntes, que les han brindado en algunos de los cursos que han hecho, y utilizarlos como parte de su curso personal. Total los pagamos, aducen con una cara a prueba de balas!

Esto le ha pasado a gran cantidad de profesionales del medio, que se encuentran preguntando: Cómo hago para que no me copien el curso en el que tanto tiempo he invertido?. La pregunta siempre tiene a misma respuesta: hay que registrarlo legalmente,

Pero igual lo copian, le cambian algunas palabras y listo! Es la salida sencilla para aquellos que no tienen capacidad para elaborar sus propios temas, o no tienen vergüenza de aprovecharse del trabajo ajeno! Debido a esto, el precio es bastante bajo y acomodado al bolsillo del caballero o la cartera de la dama!

Es sencillo copiar, pero luego hay que explicar y, si no es quien elaboró los apuntes, la tarea se hace complicada. Ni pensar qué sucede cuando el estudiante dice: No entiendo, me lo explicás más claramente! Uf! Aquí empiezan los problemas para los copy-paste!

Estamos conscientes que, en la actualidad, la mayoría de los libros son ampliaciones de otros anteriores y así sucesivamente, pero todo debe llevar una elaboración personal. Aprender no significa repetir lo que dice este o aquel autor. Aprender es adquirir ese conocimiento para luego elaborar nuestras conclusiones, las que luego ratificaremos con nuestra experiencia, o no, en cuyo caso daremos nuestras propias opiniones, que equivocadas o no, siempre son más valederas que “repetir como lorito”.

La valoración de un curso no se compadece con que le envíen toneladas de apuntes, que el participante tiene que leer. Lo importante no es el volumen sino el contenido: no la cantidad sino la calidad.

Claro que el interesado no lo sabe porque aún no lo ha hecho y mucho menos comparado, por lo que muchas veces lo lleva a confusiones, especialmente si no tiene experiencia, pensando que “a mayor cantidad de hojas, mayor importancia, y por extensión: mayor precio”

Para ser más comprensibles, los textos de un curso a distancia deberían ser elaborados como si el profesional estuviera hablando con el participante, con textos explicativos y amenos. Este lo debe sentir como si estuviera tomando clase en forma personal. Ahora,

Qué precauciones debería tomar quien esté interesado en realizar un curso de este estilo?

1º- Solicitar programa analítico del curso a tomar
Es importante que el alumno conozca en detalle todos los ítems que se verán en el mismo

2º- Quién lo dicta: profesional a cargo, en lo posible analizar CV
Siempre es bueno que quien lo dicte tenga experiencia en cursos presenciales, es decir tenga práctica docente. Por ejemplo, se puede ser muy buen tarotista, o intérprete,  pero esto no implica que sepa transmitir lo que sabe. Un buen profesor no es el que tiene el título o diploma, sino aquel que sabe transmitir lo que sabe (o cree saber) y logra que lo entiendan!

Esto no garantiza que el curso sea bueno, pero informa sobre quien es responsable de la tutoría, es decir, quien evacuará las dudas que vayan surgiendo en el transcurso del mismo.

3º- Establecer el tiempo de duración de la tutoría:
Es importante que exceda el tiempo de realización del curso, sobre todo en aquellos que requieran práctica, dado que muchas dudas pueden presentarse posteriormente. Esto no significa que sean dependientes del profesor, sino que tras intentar resolverlas necesiten un “empujoncito” para acomodar la temática.

Luego de comenzado el curso, el interesado debería tomarse el tiempo necesario para ver el material de las clases y realizar las practicas en los temas que así lo requieran

Está claro que si realiza un curso a distancia es porque vive lejos, o porque no posee el tiempo necesario para trasladarse (o cursarlo en los horarios que determinan los Institutos convencionales). Pero lo que SI debe establecer es el tiempo que le dedicará y NUNCA saltear las clases para llegar a la parte “más interesante” porque las mismas están encadenadas para su mejor comprensión.

Muchas veces me han dicho, “el curso es caro, comparado con otros que hay en el mercado”. Pueden que tengan razón en la “cáscara”, pero no en el contenido. Entonces, cuáles son las diferencias? Por qué hay tanta diferencia de precio entre unos y otros?

Tras analizar estas cuestiones preliminares, y no por eso menos importantes, paso a contestar la pregunta:

El curso puede parecer caro, en forma comparativa, pero la diferencia radica en el tiempo que le dedico a responder  y aclarar las dudas del estudiante. De allí que se puede copiar un curso (apuntes) pero lo que no se puede es copiar la experiencia del tutor, dado que las dudas que se presentan en cada participante nunca son iguales.

Además, qué es lo que busca una persona al hacer un curso? Que le den un apunte para que lo estudie de memoria (cual las poesías en el colegio) o que lo guíen en un camino de aprendizaje?

Una vez analizados estos parámetros se pueden dar cuenta que “lo barato sale caro” y a veces “lo caro es barato” si se coloca en la balanza la experiencia y el tiempo del profesional a cargo

Antes de comenzar cualquier curso siempre hay que preguntarse:
Para qué quiero hacer este curso y qué uso le quiero dar. Es imprescindible tenerlo en claro para poder buscar el camino más adecuado para lograrlo, y eso depende de cada uno y de su capacidad de comprensión sobre el tema.

Además, para los cursos que lo requieran (Tarot, Numerología, Astrología, etc.) hay que tener en cuenta que la práctica es imprescindible, por lo que la tutoría es fundamental. Ahora creo que ya está claro cuál es la diferencia.

viernes, 22 de julio de 2011

Mis objetivos

Con no poco esfuerzo y luego de muchos años de docencia sobre distintos temas, de alguna manera ligados con el esoterismos, las artes mánticas y las disciplinas esotéricas, he tratado de verter mi experiencia para lograr cursos a distancia que sean de fácil captación y aplicación.

Los cursos no son muy extensos en comparación con otros ofrecidos sobre la misma temática, donde se anuncian casi "2.000 páginas de apuntes" (quién los lee?), y son compilaciones de textos fotocopiados o transcripciones de libros.

En éstos, se trata de compilar una parte teórica, una práctica y, en el caso que lo requiera, una interpretativa. La idea es tomar un tema, analizarlo y ponerlo en práctica.

La teoría se circunscribe al tema tratado, pudiendo el interesado ampliarla por sus propios medios (libros, etc.) No voy a negar que la parte teórica puede encontrarse en muchos lugares, pero sí puedo asegurar que todas las técnicas fueron probadas en muchos cursos presenciales (con variados resultados, de acuerdo al participante).

El material que se ofrece está elaborado especialmente para ser cursado a distancia, diseñado en clases semanales y en formato PDF, que se envía adjunto a un e-mail. Las clases están confeccionadas con gran cantidad de imágenes, para hacerlas más llevaderas y clarificar los temas tratados.

En resumen, creo que con estos cursos estoy logrando aquello que buscaba cuando comencé a estudiar: calidad sin exceso de cantidad, equilibrio entre teoría y práctica y aplicación casi inmediata de lo que se aprende. Con esto creo que he logrado mi objetivo primario en el camino de la enseñanza!